Procesando la vida en América

Música recomendada para la entrada: Chambao-Pokito a poko

2 semanas y contando... No problemas a la vista, más bien todo lo contrario. Las cosas marchan viento en popa, quizás aun no haya hecho nada increíble ni ningún viaje alucinante pero es completamente normal, teniendo en cuenta el tiempo que llevo aquí. Todas las cosas raras que notaba o me desconcertaban, basta con preguntar o hablar sobre ellas para aclararlas; y eso mejora mucho cualquier situación. Una de las cosas que hay que tener claras al venir aquí es que la comunicación es fundamental. Quizás te de vergüenza o miedo al principio pero deber superarlo y verás que será mucho mejor.

Hay varias cosas que me sorprenden o me extrañan y al paso de los días van apareciendo más.

-Los horarios de comida han sido lo más diferente y algo a lo que me sigo acostumbrado. En mi casa, solo hacen 3 comidas al día: desayuno a las 7, almuerzo sobre las 12 y cena a las 6 o las 7 . Entre el almuerzo y la cena son muchas horas de diferencia en las que puedes pasar hambre. No meriendan de mientras como en España así que yo al llegar a casa cojo algo para picar y sobrevivir hasta la cena. Encima te acuestas a las 9/10 y para esa hora, cenando a las 7 ya tienes hambre otra vez. Eso aclara los enormes desayunos.
En fin de semana es como si solo hubiese desayuno y cena. El almuerzo no es a una hora exacta así que cada uno va a la cocina y se cocina lo que le apetezca (pero claro eso lo aprendí tras vivir mi 1° sábado y ver que era hora de comer y la comida no llegaba)

-Al tener que aprender a cocinar, descubrí que no fríen los Hot dogs, simplemente los cuecen. Sí, como cuando te cueces un huevo, en agua caliente y listo. El aceite de oliva no es muy común como ya sabréis pero por suerte en mi casa tienen una botella. Eso sí, eso lo guardan como oro en paño. Sólo lo he usado un día para prepararme una ensalada a la "española".

-El horario del instituto es completamente diferente a uno español. El día se divide en 8 periodos de 45 minutos y el almuerzo con 5 minutos para moverte de clase a clase. Las clases que tienes al día no son de lunes a viernes, va por días, de A a F; y si algún día no hay clases o se cancelan por nieve, las asignaturas que toquen serán las del día siguiente al que te quedaste. Algo muy bueno del instituto es que no existe el racismo o la discriminación de ningún tipo. La mitad de alumnos no son el tipo de "americano normal". Hay de todo, negros, chinos, latinos, indios... Hasta un español se ha colado este año. Te puedes encontrar en una mesa a una chica rubia de ojos azules hablando con el chino más típico de China y con una musulmana (pañuelo incluido) como si nada. O a un chico con las uñas pintadas, dando saltitos por los pasillos (no es homófobo, hay un niño que lo hace de verdad de forma exagerada) y lo ven como algo completamente normal. Y todo eso, es fantástico, todo el mundo es libre de hacer lo que le apetezca y nadie le juzgará por ello

-En mi instituto no hay cafetería pero casi cada día hay algo de comida por la que pagar y hacer cola. Quizás sean tonterías pero la gente las compra por ser "el especial del día". Por ejemplo, cada viernes hay pizza por un dólar el trozo (cosa que me encanta). Hay varias máquinas expendedoras de snacks y bebidas y un frigorífico del que conseguir batidos de chocolate gratis. Aún no estoy muy seguro de esto último pero seguiré investigándolo.

-Las taquillas no tienen candado y todos pueden abrir cualquier taquilla pero puedes estar tranquilo, no te van a robar nada, no es muy moral (como si en España, robar fuese algo bueno...). La gente puede hacer cualquier cosa en la clase y al profesor no le importa. "Si no me haces ni caso allá tú, estás pagando por estar aquí" es lo que pensarán más de uno, así que ni se molestan en regañarles. Además, hay quien se quita los zapatos en la clase o en la sala común como si nada. La 1° vez que lo vi fue como: "¿pero qué está haciendo?" Lo raro es que es normal (o lo normal es que no es raro) y mucha gente lo hace.

Aparte de estas cosas a las que me voy acostumbrando, durante esta segunda semana me han ocurrido un par de cosas interesantes.

El sábado por la noche, mi host mother me llevó a cenar a un restaurante puertoriqueño. Estoy seguro que es lo más parecido a la comida española que pueda encontrar en Ohio. El camarero sabía bastante español y pude tener una conversación normal con él. Aunque algunos estudiantes estén en clase de español y me intentan hablar, no es suficiente como para tener una conversación extensa.

En clase de historia moderna, el profesor me pide que pronuncie las palabras en francés que aparecen en el tema de la Revolución Francesa. Lo que no sabe es que a pesar de que España y Francia son vecinos, los españoles no sabemos pronunciar francés sin haberlo estudiado antes (tampoco sabe que estudié francés dos años y que es suficiente para que me diga lo bien que lo hago por ser español).

En una de las clases de español, están las banderas de varios países de habla hispana. Lo que me sorprendió fue que en la bandera española hay un toro enorme en el medio. No es que me molestase ni nada parecido pero ya que los otros países tenían su bandera oficial, ¿por qué a la española le ponen el toro?

Una de las cosas que más feliz me hace es que la gente me hable por los pasillos o en la sala común. Parece una tontería pero anima un montón y hace que te sientas menos solo. El jueves tenía un periodo libre y me pudieron que jugase con ellos a baloncesto y simplemente eso me alegró el día.

Mi host family quiere llevarme a visitar la costa este en alguna de las vacaciones que tengamos, por ser mi primera vez en Estados Unidos. Ya os podéis imaginar mis enormes ganas de irme de ruta por USA. La única pega que le puedo poner, que los viajes son en coche, por lo que estamos hablando de unas 7 horitas bien ricas de trayecto (como mínimo).