¿Quién me ha robado el mes de abril?
Música recomendada para la entrada: Joaquin Sabina-Quien me ha robado el mes de abril
y otra más nunca está de más: Tom Petty-Echo
Como pasa el tiempo, que maravilla y que calamidad. Estar predestinado a vivir, estar destinado a soñar. Con pasos lentos y torpes empezará, aprendiendo a moverse el que sobre el nido del cuco algún día volará. Trimestres que a las pocas semanas pasan, largas conversaciones resumidas en heno y paja. Y es que la muerte está tan segura de que ganará, que te da una vida de ventaja.
Triste laberinto, que emoción al tener que empezar; que con pequeños empujoncitos, se traga tus cortos pasos. Tomar la dirección equivocada y pensar que vas por buen camino. Darte cuenta de tu error y culpar al viento que sopló en tu espalda y al canto del canario distraído. Aislarte, acompañado de la soledad que te rodea con tus propios brazos mientras desandas el camino que tomaste. Finalmente, tras un par de giros a la derecha y coger el segundo desvió a la izquierda, ver la luz al final del condenado sendero. Pero una vez que solo te queda una línea recta para el final, a ambos lados se te abren más posibles vías. Tú ves tu meta en frente de ti, ese que tanto deseabas; sin embargo, ahora es cuando te apetecería explorar todos esos otros caminos. Justo ahora. Tarde... o no.
Sensación de cansancio y sopor, hacen pesar tus párpados. Gateando a la cama, arroparte la nuca, dejando a la calidez de las sábanas recorrer tu espalda. Dejarte llevar. Navega, alma mía, impregnando las olas con tu esencia. No temas, cuando el oleaje venga y te despierte, la memoria se encargará de traer de vuelta los restos del corazón que decidió quedarse flotando.
y otra más nunca está de más: Tom Petty-Echo
Como pasa el tiempo, que maravilla y que calamidad. Estar predestinado a vivir, estar destinado a soñar. Con pasos lentos y torpes empezará, aprendiendo a moverse el que sobre el nido del cuco algún día volará. Trimestres que a las pocas semanas pasan, largas conversaciones resumidas en heno y paja. Y es que la muerte está tan segura de que ganará, que te da una vida de ventaja.
Triste laberinto, que emoción al tener que empezar; que con pequeños empujoncitos, se traga tus cortos pasos. Tomar la dirección equivocada y pensar que vas por buen camino. Darte cuenta de tu error y culpar al viento que sopló en tu espalda y al canto del canario distraído. Aislarte, acompañado de la soledad que te rodea con tus propios brazos mientras desandas el camino que tomaste. Finalmente, tras un par de giros a la derecha y coger el segundo desvió a la izquierda, ver la luz al final del condenado sendero. Pero una vez que solo te queda una línea recta para el final, a ambos lados se te abren más posibles vías. Tú ves tu meta en frente de ti, ese que tanto deseabas; sin embargo, ahora es cuando te apetecería explorar todos esos otros caminos. Justo ahora. Tarde... o no.
Sensación de cansancio y sopor, hacen pesar tus párpados. Gateando a la cama, arroparte la nuca, dejando a la calidez de las sábanas recorrer tu espalda. Dejarte llevar. Navega, alma mía, impregnando las olas con tu esencia. No temas, cuando el oleaje venga y te despierte, la memoria se encargará de traer de vuelta los restos del corazón que decidió quedarse flotando.
<En un pueblito de Ohio, a las 11:32, un joven chico de Graná usando el ordenador. Cuando unos 8 meses pasan, estando lejos de su hogar, el estudiante escribe una entrada de su blog, pensando: "¿Quién me ha robado el mes de abril? ¿Cuánto tiempo he vivido aquí? Pero si fue ayer cuando me fui. Aquí siempre tendré parte de mi corazón">
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