¿Qué ha sido de mi en casi 3 meses? Musical, California, Spring Break y último tirón: Allá voy!

Banda sonora recomendada para la entrada (después de tanto tiempo, ¡esto se merece más de una canción!)
- Annie-I don't need anything but you
Luis Fonsi-Despacito
Josh Gad y Luke Evan-Gaston (La bella y la bestia)
- Johnny Cash-Hurt  
West Side Story-Officer Krupke

  ¡Anda! ¡Pero si yo tenía un blog! Y se suponía que era para escribir periódicamente sobre mi experiencia. Si, bueno... pues no. Han pasado casi 3 meses desde mi última entrada ¡y vaya dos meses! Cuántas cosas por contar, no se ni por donde empezar, no se ni por donde me quedé la última vez. Tengo demasiadas experiencias por escribir en esta entrada que seguro que me llevará un tiempo, solamente poniendo en orden mis pensamientos. Bueno, al menos lo intentaré. Aunque antes de empezar a narrar mi vida de nuevo, os dejo con esta reflexión: que curioso es que incluso cuando lo has pasado genial, has salido exitoso de cualquier cosa que te has propuesto, has ganado o conseguido eso que parecía tan difícil... al final, lo que más recordarás serás ese pequeño detalle que salió mal o que simplemente dejó incompleto aquello que buscabas, aun obteniendo la victoria.
Sin mas dilación, dos meses inolvidables.

Digamos que dejé la historia el día que la publiqué, 13 de febrero del 2017...
Digamos que he olvidado los detalles del resto de días y la continuo el 25 de febrero de 2017...
Ese día fue especial por varios motivos: fue nuestro primer ensayo del musical en el escenario real y porque me di cuenta de lo poco que quedaba para el estreno (menos de una semana) y de que rápido pasa el tiempo. Todos estábamos un poco perdidos en escena. No sabíamos por que lado entrar, por donde salir, que debíamos llevar con nosotros o quitar al final de las escenas. Un poco caótico todo pero en partes normal, ya que era nuestra primera vez. Recuerdo que había que estar allí sobre las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde para representarlo dos veces con un almuerzo entre medias. Recuerdo que fue el otro estudiante de intercambio checo, David, el que me llevó con su padre al instituto. Recuerdo que apenas dormí ese fin de semana. Es más, recuerdo que apenas dormí la semana siguiente.
De lunes a miércoles también hubo ensayos por la tarde, después de clases hasta las 7; está vez no solo en el escenario, si no que también con la ropa que debíamos llevar, todos los objetos de decoración y los micrófonos. Los malditos micrófonos. Nunca había actuado con uno y no pensaba que fuese tan... inconveniente de llevar; sobre todo cuando la obra es un musical y tienes que bailar sin que se caiga. El primer día pensé: "Esto me lo meto en un bolsillo y arreglado el problema." Bendita inocencia.
Alfredo, ¿y qué pasa cuando te tienes que cambiar de pantalones? Te lo sacas, lo pones en una mesita y te lo vuelves a meter en los nuevos. ¿Y si te digo que no está permitido tocarlo en toda la obra porque se puede desincronizar? Pues ahí vienen los problemas.
Durante los siguientes días pensé en formas de tenerlo sujeto a algún sitio que ni el baile ni el cambio de ropa afectase. La solución fue usar dos pantalones a la vez y sujetar el micro entre el pantalón y el calzoncillo (por dentro del calzoncillo no, guarros). De esta manera, si te hace falta el pantalón interior, pues te pones ese solo; que hace falta el otro, te lo pones encima. Eso sí, cuidado al quitártelo luego, que como toques el micro te encuentras bailando con el micrófono por los talones. La verdad, no es una sensación agradable.
Para quien no haya visto la obra "Annie" le diré que hay un perro en ella en algunos momentos y como nosotros somos un instituto de profesionales, usamos un perro de verdad. Problema: que el perro le importa poco tu obra y que si le da por saltar del escenario y corretear entre butacas pues lo hará. Por suerte eso solo pasó durante el último ensayo, en el que solo una madre y un amigo de la profesora estaba presente. El jueves noche, día del estreno, todo el mundo estaba muy nervioso y emocionado. Al final de las clases nos reunimos en Betcher (El salón de actos), almorzamos, nos pusimos micros y ropa, tuve mi primera experiencia con el maquillaje (necesario para no parecer un muerto a causa de las luces en tu cara) y nos dirigimos a la sala del coro media hora antes del gran momento. Un poco de calentamiento vocal antes de cantar, unas palabras de ánimos de nuestros profes y directores, una poco de tiempo de relax entre nosotros y al escenario. Fue increíble, todo salió muy bien y nos lo pasamos genial. Al final de la obra, ver al público en pie y aplaudiendo sin fin es algo imposible de expresar. Tras un enorme abrazo en grupo, fuimos a cambiarnos de ropa y finalmente, a casa a cenar un poco e intentar dormir para otro día de clases y musical.

El viernes se suponía que venían un par de jueces de los "Dazzle Awards", los premios de teatro escolares de USA o algo así. Lejos de asustarnos a ponernos nerviosos, nos dio fuerza y lo hicimos aun mejor, quizás la mejor actuación de todas las noches. También fue la más divertida. En una escena, donde dos personajes están empujándose y bromeando a mitad de una canción, Matt resbaló con un papel que había tirado al suelo y se cayó de culo al escenario. Por suerte se levantó con rapidez y continuó cantando como si nada, es más, pareció intencionado aunque no lo fuese. Al final de la noche Mr Robertson, host dad de David, nos invito a un batido del McDonald y nos llevo a casa.
Por último, el sábado fue nuestra noche de cierre. Todo fue igual que los días anteriores, con la excepción de que descubriríamos a nuestro "amigo invisible" que había estado todo el año haciendo algo por nosotros; y de que a mi se me ocurrió escribir un pequeño "speech" de agradecimiento a mis compañeros (se que escribir en español no se me da mal, pero parece que en inglés tampoco). Fue bastante emotivo y me puse mucho más nervioso que durante el musical. Para mi sorpresa, después de leerlo, Madelyn vino a abrazarme y tras ella, todos los demás (destaco esto porque ella no era una de las personas con las que más confianza tenía y que pareció un poco chocante ver esa reacción. Como he dicho, era en inglés no estaba muy seguro de que fuese muy bueno). Cuando casi todos estaban llorando, llegó Hana (la experta con los micrófonos) se sorprendió al vernos y nos dio una rosa con una nota a cada uno. Me pareció un detalle muy bonito, así que la llevé puesta durante la obra y aun la conservo. Al acabar la obra hicimos los "do it". Todas las personas envueltas en el musical, bailando en un círculo, tenían que salir a bailar al medio cada vez que dijesen su curso.
Tras los "do it", tocaba desmontar el decorado. Estuve a punto de perder mi móvil al dejarlo dentro de la chaqueta que tenía una de mis personajes y meterla en un cubo de ropa sucia (qué mal lo pasé buscando). También me tocó ir a Kemper (un edifico al lado opuesto del campus) a por unos paneles gigantes de madera. Pero después de todo el trabajo, tocaba lo mejor: la fiesta pos-producción en casa de los mellizos Harrington. Pizza, refrescos, amigos y vídeos ridículos de Matt cuando tenía 10 años y se pensaba que era "vlogger". Eso no es precisamente lo que en España se llama fiesta pero me lo pasé genial igualmente. Además, me quedé a dormir allí con ellos y con David.

Si esa semana parecía una locura, la siguiente pasó los limites de la imaginación y hasta me atrevo a decir que fue la mejor semana de mi vida. ¡California me esperaba!
Con solo un par de días para hacer la maleta y visitar el estado que más ganas tenía de ver de todo Estados Unidos, me lancé a esta nueva aventura.
El día 8 de marzo, mi host mother me llevó al aeropuerto de Cleveland y me deseó suerte en mi viaje. Cleveland-Atlanta no era un viaje muy largo pero hacía tiempo que no cogía un avión por mi cuenta pero gracias a todas las personas que trabajan allí, me guié por el aeropuerto sin mucho problema. Al llegar a Atlanta empecé a notar el acento sureño de Georgia. En la puerta de embarque parecía haber un problema con retrasos, pasajeros o algo así pero al final el avión salió a tiempo; y además estaba vez no viajaba solo. La señorita Paula de Valladolid (no amancier por desgracia) iba conmigo y Manolo de Barcelona también, aunque no supimos que era de España hasta que nos bajamos en Los Angeles, California. Ahora si, los tres mosqueteros nos pusimos a buscar al resto del grupo con el que íbamos a pasar la semana. Al lado del Starbucks, según las indicaciones, estaba nuestro guía William Hoh (un chino americano que daba muy mal rollo) y un montón de gente más; entre ellos Arán (Arancha sin Cha para los amigos), Kamila (hermana kazaja de Arán y Miss Pelo Pantene por excelencia) y Tudor (un chico rumano que aprendió a valorar lo español ejem ejem). Este peculiar grupo pasaría a ser "La Chupipandi" en un alarde de originalidad. Pero no me puedo olvidar de mis queridos "Tachiti": Amalio, Natalia, Paco, Lucía, Ale y María; que hicieron de mi semana, la mejor de mi vida. Lo he dicho más de una vez: América es mucho mejor con españoles cerca. Aunque también había italianos, japoneses, franceses, alemanes, tailandeses, ucranianos, mongoles, australianos y hasta uno de la república de Georgia (no la de USA).

Una vez estuvimos todos, nuestro tour comenzó alrededor de las costas de Santa Mónica en autobús. La verdad es que el Pier de Santa Mónica es muy bonito pero no tuvimos demasiado tiempo para verlo todo. Pudimos disfrutar de Beverly Hills de noche y un poco de Hollywood Boulevard. Visitamos la Madame Tussaud (un museo de cera de famosos) y cenamos en Hard Rock Café. Dato curioso: era la premier de Kong Island y estuvimos muy cerca la alfombra roja pero no nos pudimos acercar demasiado por desgracia. Al acabar, fuimos al hotel y nos dieron nuestras habitaciones para 4 personas y 2 camas (si dormías con alguien). Por suerte, mis compañeros fueron Amalio, Paco y Manolo y no un chino desconocido. En el hotel había piscina y jacuzzi exterior, lo cual fue muy clave.
El día 2 tocaba San Diego Zoo y Balboa Park. Ya os podéis imaginar el plan, una mañana rodeado de animales y no me refiero a los integrantes de la Chupipandi. Allí había de todo y la verdad es que me lo pasé genial. Es más, en una de las paradas en la playa, me pasé por una tienda de latinos (los chinos de Estados Unidos), me compré un bañador y ¡al agua! Que gustazo, poder nadar en la costa del Pacífico por primera vez en mi vida. Por la tarde fuimos a Old Town San Diego, donde solo tuvimos media hora para inspeccionar antes de la cena en un restaurante mejicano a lo americano. La ciudad parecía sacada totalmente de una película de vaqueros. De vuelta en el hotel, hubo un pequeño percance que me reservaré, pero que nos costó una plácida noche de sueño. Las persona envueltas en ello ya sabéis quienes sois, siempre liándola jajajaja.
El 3 día fue uno de los mejores. Esa mañana tocaba explorar a fondo Hollywood Boulevard por nuestra cuenta e ir de compras. Literalmente, estuvimos todo el día caminando entre estrellas y entre unos personajes muy raros. Entre los que venden discos a presión, los fumadores de marihuana 24 horas, los "tu cara me suena" y demás; sufrí un "ataque desprevenido" por parte de un travesti que también guardaré para círculos más personales. Paula se sigue riendo a día de hoy. (Mi madre sabe todo de lo que hablo, así que no es nada tan malo). La tarde la pasamos por el espectacular Universal Studios, donde decenas de películas han sido rodadas y representadas en sus decorados. Desde los Simpsons hasta Harry Potter. He de decir que las atracciones en 3D molan un montón y eso que yo le tengo miedo a cualquier cosa que vaya un poco más rápido de lo normal. Cenita italiana en Bucca di Beppo y a dormir porque...
El día 4 iba a ser intenso.  Disneyland Park y Disney's California Adventure era el plato del día, dos parques de atracciones uno junto al otro y 10 horas para disfrutarlos. Para no ser fanático de las montañas rusas, me monté en todas, hasta en la California Screaming; que para ser la "más fuerte" no me pareció tan malo como pensaba. Como último espectáculo de la noche, "A World Of Color" nos empapó a todos pero mereció la pena sin lugar a dudas. Al llegar al hotel, todos estábamos súper cansados pero teníamos que madrugar más que ningún día para poder disfrutar de San Francisco en...
El día 5. Unas pocas de horas de autobús y unas hamburguesas es lo que nos separaba de nuestro siguiente destino. Al llegar, lo primero que hicimos fue visitar el Golden Gate. Parece una tontería al principio, es solo un puente; pero una vez lo tienes delante y ves las vistas, es bastante impresionante. El resto del día lo pasamos paseando por el Chinatown y como no podía ser de otra manera, cenamos en un chino (palillos incluidos). Antes de volver al hotel, nos dieron un tour por la ciudad en tranvía.
El día 6 era el último día antes de volver, el cual usamos para tomar un desayuno a lo... ¿francés? y visitar la gran ciudad por nuestra cuenta. San Francisco es increíble, es muy variada y hay miles de cosas por ver. Por la tarde nos llevaron a la cárcel de Alcatraz, donde pudimos ver como es por dentro y como vivían los presos antes de que la cerraran. La cena fue en Applebee's, nada del otro mundo pero al volver al hotel nos esperaba la sorpresa final. Divididos en grupos de 13, nos recorrimos San Francisco en limusina con la música a tope, parando en los lugares más emblemáticos de la ciudad iluminada. Pero por desgracia, todo se acaba en esta vida y en el hotel tocaban las despedidas, las lágrimas y los adioses.
El día 7 solo fue para recoger las maletas y viajar de vuelta Ohio, esta vez San Francisco-Detroit/ Detroit-Cleveland. En el 1º vuelo fui acompañado de Marta y en el 2º de un hombre afroamericano bastante simpático que me estuvo dando conversación durante la hora y pico que duró el viaje. Por fin en casa. Gracias a todos por lo vivido.

Por desgracia, yo volví un miércoles y aunque mis vacaciones de primavera empezaban en dos días, tuve que ir al instituto esos dos días restantes. Sin embargo, no aguanté mucho en mi casa de siempre. Mi host family se iba de vacaciones a Londres y no me podían llevar con ellos, así que me quedé en casa de Mrs Swavoda, una profesora de mi instituto con una hija de 8 años y un hijo de 2, los cuales se alegraron un mucho de tener un hermano mayor durante una semana. Bella y Lucas, son los hermanos más adorables de todo Ohio. Mr y Mrs Swavoda fueron muy amables conmigo y me llevaron a ver "La Bella y la Bestia" y "Logan". Desde que vi la película no me puedo quitar la banda sonora de la cabeza, es magnífica (si alguien quiere hacerme un regalo de cumpleaños que me la regale). Por el otro lado, "Logan" es la película de Lobezno más sangrienta y salvaje de todas. Me atrapó durante todo el tiempo y me hizo llorar con su final. Eso sí, recomienda verla en versión original porque la protagonista es mejicana y habla español, lo cual no tendrá sentido en la versión española. Con ellos fui a jugar a los bolos por primera vez en mi vida y a probé un montón de restaurantes (de comida rápida) nuevos. Estaban tan preocupados de que no me aburriese que no me dejaban quieto.
El viernes me tuve que despedir de ellos e ir al instituto, pero no a dar clase, si no para coger un autobús a Dublín (no la capital de Irlanda, si no una ciudad cerca de Columbus) donde se celebraba la Thespian Conference, una conferencia de teatro que acogía a cientos de institutos de Ohio. Con mi grupo de teatro y otros amigos, pasamos un fin de semana lleno de obras de teatro y musicales como "Once on the island" o "You are a good man, Charlie Brown" entre otras. Y vuelta a Berea, esta vez mi con mi familia de siempre.

El lunes 3 de abril volví a la rutina pero esta vez me notaba un poco más cambiado. Era consciente del poco tiempo que me queda en Estados Unidos e iba dispuesto a disfrutarlo sin callarme o retener lo que quiera decir o hacer. Las clases continuaron con normalidad. En animal behavior hemos estado experimentando con ratones y peces betta, en advance acting hemos estado interpretando obras clásicas como el inválido imaginario (que será la obra del Fall Play del año que viene) y Pygmalion; en US history seguimos con lo de siempre y el research paper que me tiene loco; en mate y ciencia ficción, pues ecuaciones y gráficas, y más lectura. Sin embargo, Dance for the theater me ha sorprendido mucho. Ahora estamos haciendo coreografías basadas en coreógrafos famosos y bailar/representar la coreografía de los demás es divertido, pero lo mejor es crear la tuya. A mi me tocó Jerome Robbins, creador de West Side Story y elegí la cancion Officer Krupke (adjunta al inicio) y me lo he pasado como un enano viendo a mis compañeros seguir mis pasos.
Durante este mes, también he estada acabando mis horas de voluntariado en la iglesia con una venta solidaria y una carrera para acabar con el hambre. Estuve apuntado a Track & Field pero a la vuelta e Spring Break me quité. No porque fuese muy intenso (los americanos y los deportes es lo más competitivo que he visto jamás), si no porque me quitaba mucho tiempo diario y no lo estaba disfrutando como yo creía.

Ya se acerca el fin del curso y la gente empieza a estar preocupada por los exámenes finales pero yo por suerte solo tendré 1. Advance Acting y Dance for the theater será hacer solo una escena final y una coreografía nueva, esta vez, "This Vicious Cabaret" del libro V de Vendetta. Para US History es solo el research paper sobre Truman y en animal behavior el profe acaba de decidir que no nos quiere hacer un final, así que harémos un proyecto sobre algo relacionado. Por último, para SciFi, será como el semestre pasado para literatura afroamericana, una redacción sobre los libros que hemos leído. Solo algebra tendrá un examen final pero no estoy muy preocupado.

Para acabar esta entrada os contaré un par de anécdotas y cositas americanas. Como muchos ya sabréis, en Semana Santa/Pascua, las familias compran un montón de huevos, los cuecen hasta que están duros y los pintas= los típicos huevos de Pascua de las películas. Ese día, cenando en casa de los abuelos, la familia escondió 3 docenas de huevos y con una cesta nos pusimos a buscarlos después de cenar. Por otro lado, participé en 24 hours of theater (24 horas de teatro), donde el director y los guionistas pasan 24 horas creando una obra desde cero y a la mañana siguiente, llegan los actores (como yo) y nos aprendemos el guión, los gestos y todo lo demás. A las 5 de la tarde lo representamos delante de todo el instituto, o al menos de quien vino a vernos. Puede parecer una tontería pero es una experiencia super chula, incluso para la gente que no le guste el teatro, pero acabé muy cansado. Mientras mi host mother me recogió, me quedé viendo las bandas de jazz del Upper y Middle School.

Quedan pocos días para prom, quedan pocos días para los finales, para la graduación y para la vuelta a España; pero mientras tanto, a darlo todo, a seguir descubriendo nuevos lugares y a disfrutar.

Nos vemos en la siguiente entrada,
Alfredo AKA Freddy.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Así empezó todo...(1)

Un mes no son solo 30 días, son 92 momentos felices

En un mundo de pescadores nunca faltan las cañas

"¡¡Andaluh, cuenta un chiste!!"