Visado J1: con licencia para estudiar

Música recomendada para la entrada: Parov Stelar-Hit me like a drum

Buenas a todos, en este ratito que tengo hoy antes de acabar de hacer la maleta definitivamente y salir a dar una vuelta por mi lugar favorito de Alhama, me dispongo a contaros mi experiencia en la embajada de Estados Unidos para conseguir el visado que me dejará entrar a mi destino.

Miércoles 7 de septiembre:
Madrugar, imprimir los billetes de autobús, coger el coche hacia la estación de autobuses de Granada, (dar media vuelta antes de salir del pueblo por que se me había olvidado la cartera), llegar a Granada, almorzar y coger el bus hacía Madrid a las 4 y media de la tarde para hacer noche allí. Me esperaban 5 horas de viaje en un autobús sin pantalla individual para estar distraído durante el trayecto (cosa de los recortes de Amancio tras ser el hombre más rico del mundo. ¿Lógica?) Armado con 90 canciones en el móvil y un 100% de batería (siesta incluida) conseguí sobrevivir a todo el trayecto. Solo hicimos una parada de media hora al llegar a Castilla para tomarme una manchada directa del infierno (si ya me avisó el camarero de que la leche quemaba...).

Al aparcar finalmente en la estación sur de Madrid, un poco nervioso, me bajo del bus buscando al monitor que me debía estar esperando y me encontré con... Nadie.
Consejo de becado: no os pongáis si al bajar no veis al monitor que os debe recoger ni os mováis del sitio. A los 10 minutos me llamó Raquel, la encargada de venir por mi y por Hernán, el otro becado que vino conmigo a la embajada. Estuvimos casi 1 hora dando vueltas por la estación y el metro hasta ir a por Hernán aunque finalmente llegamos a tiempo. (Raquel, eres muy simpática pero estabas más perdida que yo)

Cenamos en un telepizza los 3 juntos y nos dirigimos al hotel Exe Plaza, un 4 estrellas al lado de las torres Kio. Compartí la habitación con el amigo Hernán (que me prestó su cargador un rato, porque con lo listo que soy se me olvidó en casa) y después de un poco de charla, pusimos el despertador a las 7 para estar listos a tiempo.

Jueves 8 de septiembre:
A las 7:30 nos vino a buscar Raquel para llevarnos a la embajada. Paseito en bus por Madrid hasta nuestro próxima parada. Según llegas a la embajada te vas encontrando con policías vestidos de uniforme con unas metralletas negras que a simple vista parecen de juguete pero si miras con atención verás que están cargadas con balas de casi una cuarta. WOW.
Instrucciones para obtener tu visado: Entras en una habitacion con todos tus documentos que la organización ya ha preparado para ti, tu pasaporte y una foto de la cara en fondo blanco de 5x5. Los dejas en una bandeja junto a cualquier objeto metálico y pasas por un control. Te requisan el móvil hasta que acabes tu cita y con tus documentos de vuelta en mano pasas a la sala de las ventanillas. Esperas tu turno y entregas los documentos, te colocas en otra fila para que introducir tus huellas dactilares. En esa misma ventana te dan un papel con tus derechos en USA que se supone que te debes leer mientras esperas a que te llamen para la entrevista. Yo al leer esto de de otros becados me imaginé que entrabas a una sala con un señor  y te preguntaba las típicas tonterías de "¿dónde vas?", "¿por qué?" y demás pero la verdad es que solo es acercarte a otra ventana y allí te preguntan en inglés o español (en mi caso solo fue en español).
Una vez hayas acabado, ya tendrás tu visado aprobado (todo el mundo lo aprueba, es imposible que te lo denieguen). Sales de esa sala, recoges tu móvil y llamas a Raquel para que venga a por ti.

Nos llevó a nuestras paradas de bus/tren y de vuelta a casa con licencia para entrar en USA legalmente.
Esta vez el bus si tenía la deseada pantalla, así que volví viendo un par de pelis junto a una señora mayor de Madrid que era muy simpática y me deseó mucha suerte en mi viaje.

Creo que esto es todo. Esta es la típica entrada que todo becado escribe casi sin ganas pero como "blogger oficial" de esta edición debo hacerlo con gusto.

Que paséis buen día,
Freddy

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