Soñando despierto

Poema recomendado para la entrada: La vida es sueño-Monólogo de Segismundo

Hace varios días tuve un sueño bastante raro.

Soñé que me encontraba en clase como un día normal. Todo estaba silencioso cuando de repente, la voz de la profe nos dijo algo que nos emocionó a todos, nos dijo que podríamos encontrar una gran recompensa al recorrer un largo camino. Yo, no hice demasiado caso a lo que nos contaba.
Soñé que salí de la clase poco convencido de lo que acababan de decirnos, pero no se porque, empecé a caminar por el.
Soñé que rellenaba un montón de papeleo a toda velocidad antes de que un ser invisible llamado "Tiempo" me alcanzase.
Soñé que viajaba a otra ciudad junto a cientos de personas más y que, durante dos horas, respondíamos las preguntas del "Señor Test" esperando que nos aceptara por nuestros conocimientos para que nos dejase continuar nuestro rumbo. Muchos (demasiados) de aquellos desconocidos, no recibieron su aceptación y se quedaron abandonados a su suerte.
Soñé que tuve un descanso antes de enfrentarme a mi última barrera, durante el cual, memorizaba palabras en otro idioma y pensaba como ser natural.
Soñé que al acabar mi descanso, preso de un ataque de nervios, por mi boca salió todo lo que me había aprendido frente a dos personas; que aunque las tenía delante, estaban a varios kilómetros de distancia.
Soñé que tras varios días más de andar por ese angosto sendero que cada vez se estrechaba más, vi mi nombre en lo que creí que era el fin, junto a otros 249 adolescentes que habían seguido mis mismo pasos. Aun no era el final.
Soñé que volvía el papeleo (como si el sueño se hubiese reiniciado) pero con algunas diferencias, como un trabajo de plástica, una carta a un desconocido y un documento que pinchaba al rellenarlo tanto que parecía real.
Soñé con un montón de gente nueva y que, aunque doliese, debía dejar a gente vieja.
Dentro de este sueño, soñé con que una nueva familia me quería, pero este nuevo hogar se hallaba bastante lejos. Y Al intentar correr hacia ellos... me desperté.

Y al despertar, renació de nuevo mi consciencia de su letargo, haciendo que me diese cuenta de que ya estaba despierto; y de que el sueño... era la realidad.

Se que todavía me queda mucho por soñar y, llevando la contraria a Calderón de la Barca; no toda la vida es sueño, pero los sueños... sueños son :) 
  


  

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